Míriam Cruz tiene un importante episodio en la historia del merengue desde sus inicios en el grupo Las Chicas del Can
Ynmaculada Cruz Hierro
ynmaculada.cruz@listindiario.com
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Santo Domingo
“Con el merengue atado a su cintura” es la frase que define en estos momentos a Míriam Cruz. Y lo cierto es que ella “echó los dientes” cantando merengue. Desde los 13 años ingresó a Las Chican con Belkys Concepción (1982) y, desde entonces, no ha dejado de interpretarlo.
Su historia en la música recrea importantes episodios que muy bien podrían convertirse en un guión para el cine. Siendo una adolescente, y con la guía de la Corporación de Wilfrido Vargas, tuvo en sus hombros sacar a camino el proyecto de Las Chicas del Can, convirtiéndose, durante diez años, en una de las agrupaciones más representativas del ritmo en mercados internacionales.
Diez años más tarde decide emprender vuelo en solitario y marcharse del lado de Wilfrido Vargas, provocando que la agrupación completa también corriera a su lado y decidiera comenzar una nueva aventura junto a su líder. La historia de “La Diva del Merengue” encontraría otros interesantes capítulos que llenar para deleite de sus seguidores.